Galería

Twitter icon
Facebook icon
Instagram icon
RSS icon
YouTube icon

TALLERES DE ABOGACIA DEL SWIT SE EJECUTAN EN CALI-COLOMBIA POR FUNDACIÓN TWIGGY

  • Posted on: 16 August 2019
  • By: PLAPERTS_LATINO...

Se realizaron cuatro (4) talleres SWIT para sensibilizar sobre el abordaje a las mujeres trans por parte de la institucionalidad y prácticas de autocuidado. Se dividieron así: dos (2) de abordaje se realizaron con las Instituciones Prestadoras de Salud públicas y privadas (IPS) especializadas en atención a personas con VIH y la policía Metropolitana de Cali y, dos (2) de prácticas de autocuidado , derechos y deberes con las mujeres trans que ejercen el trabajo sexual en calle y que realizan otras actividades laborales.

En los talleres con las instituciones (IPS y Policía) se recalcó la importancia de garantizar los derechos de las mujeres trans, de brindar una atención oportuna, de calidad y que reconozca sus particularidades como trans y trabajadoras sexuales, es decir, con enfoque diferencial. En particular con las IPS, la necesidad de contar con servicios amigables, protocolos adecuados a las particularidades de las mujeres trans y que trasciendan la mirada patológica, moralista y religiosa de lo trans y el verlas como siempre afectadas por las infecciones de transmisión sexual. Esto último, sin desconocer la alta tasa de afectación del VIH, mortalidad, morbilidad y enfermedades oportunistas que afectan a las mujeres trans en Colombia y Cali. Las mujeres trans, dentro de las poblaciones priorizadas son una de las más afectadas, lo que ha hecho que sigan siendo intervenidas por el proyecto del Fondo Mundial. La necesidad de contar con servicios en salud diferenciales para ellas aún no se evidencia en todas las instituciones de salud, casi siempre la atención diferencial pasa por la percepción del personal de salud. Si no tienen sensibilidad y una mirada no prejuiciosa, la atención será de mala calidad y hará que ellas deserten del servicio de salud al no verse reconocidas en su particularidad.

Este espacio con las IPS, evidenció la necesidad de sensibilizar a gerentes y ordenadores de gasto (juntas directivas de IPS, Secretaría de Salud, Ministerio de Salud, organismos internacionales) sobre las necesidades de atención diferencial de las mujeres trans y el impacto positivo que esto tendría en la salud de ellas y, por extensión, el beneficio económico para las IPS y el Estado en general. Menos mujeres trans afectadas por el VIH o por enfermedades/infecciones oportunistas significará que los hombres clientes estarán menos expuestos a contraer alguna infección de transmisión sexual (con todo lo que ello implica en salud pública, ya que estos hombres tienen o tendrán una relación estable en la que no usarán condón). También significará que las mujeres trans usarán menos los servicios de salud, haciendo que ese gasto no se haga. Ese es el beneficio económico para las IPS.

En taller con la Policía, se hizo énfasis en la necesidad del abordaje diferencial, del reconocimiento de las díficiles condiciones de vida de las mujeres trans que ejercen el trabajo sexual en calle, de la obligación por reglamentación local, nacional e internacional de reconocer sus particularidades al momento de realizar algún procedimiento policivo, ya sea con ocasión de la comisión de una contravención, falta y/o delito. Las mujeres trans, por sus multiples condiciones de vulneración, son una de las poblaciones con mayores índices de abuso policial, de sanción legal por discriminación, de falta de asistencia legal ante los casos de juzgamiento por la sospecha de comisión de algún delito. En Colombia no es ilegal ejercer el trabajo sexual, aun así, hay un limbo jurídico en lo relacionado en la forma como se realiza. Esta prohibido realizarlo en la vía pública, realizar acciones que perturben la sana conviviencia de la sociedad según normatividad policiva (Código de policía de Colombia). Las ciudades están siendo llamadas por la policía para que reglamenten las formas y zonas en las que se puede ejercer el trabajo sexual. Cali, en particular, aún no lo reglamenta. Se espera, por parte de la policía, que la alcaldía establezca zonas de tolerancia para que allí se pueda ejercer. Uno de los resultados que se obtuvo en este encuentro con la Policía, fue seguir acompañando en sesiones de sensibilización y realizar pactos de convivencia con altos mandos, sensibilizar a las mujeres trans que ejercen el trabajo sexual en calle sobre las normas de convivencia y las formas de salvaguardar su dignidad y la sana convivencia en sociedad.

En los talleres SWIT de autocuidado, uno se realizó en los lugares de trabajo sexual (calle) de las trans, con intervenciones de corta duración sobre autocuidado, derechos y deberes consagrados en el Código de Policía y Convivencia. También se contó con la compañía de la Personería Municipal que les socializó los servicios que esta institución puede prestarles ante los casos de vulneración de sus derechos. Resulta trascendental para nuestro ejercicio como Fundación, seguir reconociendo las condiciones en que las mujeres trans ejercen el trabajo sexual, evidenciar las amenazas a las que se ven expuestas, sus necesidades y demás situaciones. El siguiente taller  se realizó con las mujeres trans en espacio cerrado y se abordó reducción de riesgos y daños en consumo de sustancias psicoactivas, ruta de atención ante la no garantía de derechos (salud, violencia policial, etc.). También con ellas, se hizo énfasis en la salud sexual (consistencia y uso correcto del condón), la importancia de la recreación, esparcimiento, cultura, sosteniblidad económica e incidencia en la exigibilidad de sus derechos. El objetivo es que ellas reconozcan que sus voces son igual de validas que las de hombres y mujeres cisgéneros o LGB. Sus luchas no deben ser usurpadas y sus vidas instrumentalizadas por quienes no vivencian día a día ser mujer trans que ejerce el trabajo sexual en condiciones riesgosas para su seguridad y salud u otros oficios que tradicionalmente se les ha permitido.

 

Los talleres SWIT contribuyen al empoderamiento de las mujeres trans en la exigibilidad de sus derechos, en el reconocimiento de que son ellas mismas quienes deben exigir sus derechos como ciudadanas, en razón de que nadie más conoce las realidades y vivencias de lo que significa ser mujer trans cada hora y cada día de sus vidas. También contribuyen a que las instituciones (IPS y Policía) reconozca que las demandas por ser reconocidas como ciudadanas de primera categoría no va a cesar y es obligación institucional ser garantes de sus derechos, no solo como trans, sino como personas con un alto grado de vulnerabilidad.